Clavos de Nueve Pulgadas

Un niño pequeño canturrea... luego otro y el cielo comienza a oscurecer... otro mas se suma... y otro, y otro niño... y ahora son miles de niños... pero no son niños, son moscas, moscas que devoran un cadaver en medio de la tierra estéril, las moscas que carcomen y dejan sus huevos en las órbitas de los ojos de la madre...
Thanatos y Eros, el impulso entrópico, la degradación... cuanto de ello necesitamos para seguir viviendo?.
Separados del objeto mismo de la realidad, nos debatimos en el sudario de conceptos que hemos tejido en torno nuestro, modificando una y otra vez la forma en que el mundo "es" para nosotros. Separados entre nosotros como individuos y como entidades, terminamos odiando lo que somos y lo que no somos.
Nos convertimos en demonios de nuestros propios deseos. Somos los demonios que clavan clavos de nueve pulgadas en nuestras manos y nuestros ojos, solo para sonreir cuando la sangre corre por mejillas y dedos... sonreir por que aun nos queda el dolor.
Nos degradamos o nos purificamos?
Hay gente eminentemente erotica, que busca la diseminacion de la creacion, la fecundidad, el inicio. Pero asimismo hay gente tanatica, entropica... buscadores de la identidad a través de la destrucción propia y ajena... soy lo que destruyo y lo que me destroza.
Trent Reznor tiene razon... God is Dead, and no one cares... if there is a hell, I see you there...